Si quieres expresarle tu más sincero afecto a alguien a quien amas, dedícale unas bonitas palabras como las que aquí encontrarás y verás que te ganas su corazón.
Daría la vida por un beso tuyo, por despertar cada mañana contigo a mi lado y por ser la razón de todas y cada una de las sonrisas que animen tu día.
Daría la vida por estar en tus sueños para hacerlos más bellos, por ser el café que tomas todas las mañanas para alegrarte el alma, y por ser tu más cálido abrigo para protegerte y cuidarte del frío.
Sin lugar a dudas, daría la vida por verte feliz, porque tu felicidad es también mi felicidad.
Hoy quiero que sepas que durante mucho tiempo he intentado entender lo que me pasa cada vez que te veo, y finalmente me he dado cuenta de que esto que siento no tiene explicación, pues el corazón no entiende la razón.
Lo único que puedo decirte es que dentro de mí guardo un inmenso amor por ti, que no puede permanecer quieto, pues quiere que lo grite a los cuatro vientos para que el mundo entero sepa que eres tú a quien más quiero.
Y es que tú te has robado mi inspiración, mi aliento y los latidos de mi corazón. Tú te has robado todo lo que tengo, aunque más bien yo te lo concedo, pues no hay nada que desee más que entregarte todo mi amor.
No sabes cuánto quisiera poder estar a tu lado todos los días de mi vida, y tomar tu mano para recorrer junto a ti el maravilloso camino de la vida.
Tú eres mi mayor anhelo, eres todo lo que sueño y lo que deseo sea mi futuro más cierto. Porque este amor que te tengo es tan puro y tan inmenso que solo puedo imaginar una vida a tu lado, y no podría ser de otra manera, pues confieso que de ti me he enamorado.
Solo espero que esto que siento tú también lo sientas y que pronto decidamos unir nuestros caminos, pues ahora sé que mi destino es estar contigo.
Te amo.
Las horas se pasan volando cuando estoy a tu lado, porque nada me preocupa, nada me inquieta ni me perturba, y lo único en lo que pienso en es en lo bien que lo paso cuando te tengo conmigo.
Cuando estamos juntos, los minutos parecen segundos y, aunque sean maravillosos, no son suficientes y daría hasta lo imposible por alargarlos al menos un poco más.
Ojalá el tiempo contigo se detuviera o simplemente fuera eterno, porque igualmente eterna sería mi felicidad.
No puedo describir con palabras lo que siento en mi corazón cada vez que te veo, cada vez que escucho tu voz o cada vez que te pienso. Es como si el mundo dejara de girar y el cielo se pintara con miles de estrellas, casi todas tan bellas como tu mirar.
Aun así me quedo corto al expresar lo que siento porque, como te he dicho, no existen palabras suficientes que consigan decir lo que yo siento por ti, aunque hay una frase que quizás lo pueda transmitir:
Te amo…
Pídeme la luna y te la bajo, pídeme el sol y me arriesgo a quemarme las manos tan solo por buscarlo y hacer que brille eternamente para ti.
Pídeme las estrellas y treparé para coger del cielo cada una de ellas y así poder hacerte feliz. Pídeme lo que quieras y siempre te lo daré, porque mientras tú estés feliz, yo también lo estaré.
El mejor día de mi vida fue aquel cuando nos conocimos, porque ése fue el inicio de este gran amor que ahora siento por ti y que me hace sentir verdaderamente feliz.
Ha pasado ya algún tiempo desde aquella vez y no puedo negar que, incluso desde el primer día, yo ya sabía que te quería y que, aunque quisiera evitarlo, serías alguien importante para mí. Así lo sentí cuando te vi y no me equivoqué, pues mi corazón se ha vuelto totalmente tuyo y no hay un solo instante en que no piense en ti,
No tengo ninguna duda de que haberte encontrado ha sido el mayor regalo que la vida me pudo dar, porque sé que, aunque quisiera intentarlo, en ningún rincón del mundo sería capaz de hallar a alguien como tú que me hiciera suspirar como ahora lo hago.
Por eso, quiero que tengas presente que mi mayor bendición ha sido tenerte, y que este amor que por ti siento se hace cada vez más fuerte.
Quizás suene un poco loco, pero en tan poco tiempo has conseguido robarte mi corazón y adueñarte de mis pensamientos; y es que jamás había conocido a una persona por la que quisiera ser mejor de lo que soy y por quien daría todo sin siquiera pensarlo.
Desde que te conozco, solo quiero ser lo suficientemente bueno para ti, para merecer tu amor, tus sonrisas y tus besos, para ser quien te tome de la mano y te diga todos los días la frase “te quiero”.
Desde que te conozco, solo pienso en verte feliz y en hacer hasta lo imposible para que la tristeza jamás toque a tu puerta, y que en su lugar solo haya momentos felices que iluminen tu rostro y traigan ese brillo en tus ojos que tanto me gusta mirar.
Porque desde que te cruzaste en mi camino, solo deseo amarte y regalarte todo lo que tengo, mis palabras, mis caricias y mis besos, para que te enamores de mí tanto como yo me he enamorado de ti.
Te amo.
Desde la primera vez que te vi, me enamoré por completo, pues no había visto en mi vida a una mujer más hermosa que tú. Desde ese día, me prometí a mí mismo que haría hasta lo imposible por tenerte a mi lado y hoy puedo decir que soy el más afortunado, porque he conseguido robarme tu corazón.
Quiero que sepas, querida, que no hay mayor alegría que pueda sentir en mi vida que haberte encontrado, para construir a tu lado este bello e inmenso amor.
Te amo.
Cuando conoces a la persona ideal para ti, lo sabes, pues el corazón brinca dentro de tu pecho y comienza a latir tan fuerte, que entiendes que algo importante está por comenzar.
Eso me pasó contigo, cariño, el día en que nuestras manos se estrecharon y nuestras almas se tocaron, y desde entonces no he dudado ni por un segundo que esto que siento por ti es amor verdadero.
Porque tú eres la persona correcta, la mujer de mis sueños y mi más increíble realidad, y aunque no te lo diga todos los días, siempre he sabido que te amo.
Quiero que sepas que no hay un solo segundo en el que no te tenga presente, y es que, haga lo que haga, tú estás siempre en mi cabeza.
Cada mañana al despertar, mi primer pensamiento eres tú, cada tarde al meterse el sol, lo único que pienso es tenerte conmigo, y por las noches, mientras estoy dormido, sigues estando allí, porque todo lo que sueño me recuerda a ti.
Como te habrás dado cuenta, te has adueñado de mi mente y de mi corazón, y no puedo ni quiero sacarte de mis pensamientos ni reprimir esto tan hermoso que siento, que no es más que puro y sincero amor.
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Qué no daría yo por estar entre tus brazos cada segundo del día, por llenarte de besos y de caricias, y por decirte, minuto a minuto, cuánto te amo.
Lo daría todo, cariño, por escribir contigo una historia sin final, en la que cada página esté llena de amor y de felicidad, y en la que tú y yo tengamos lo que siempre hemos soñado.
Lo daría todo sin pensarlo, todo lo que soy y todo lo que tengo, tan solo por verte feliz y escucharte decir que a nadie has amado como me amas a mí.
Lo daría todo, mi vida, porque tú mereces eso y mucho más, y mientras yo pueda dártelo no esconderé ni un solo beso, ni un solo abrazo, y te demostraré lo mucho que te amo.
Siempre escondí lo que sentía por miedo a que pudieran herirme, pero desde que tú llegaste a mi vida, ya no temo y digo todo lo que siento, porque sé que tú me correspondes y que sientes tanto amor por mí como yo lo siento por ti.
Tú has abierto las puertas de mi corazón, me has enseñado a confiar y me has hecho entender que puedo ser yo misma, amar y ser amada, sin temor a salir lastimada, y no te imaginas cómo ha cambiado mi vida desde que doy todo lo que llevo dentro y abro mis brazos para recibir el amor que el mundo tiene para darme.
Gracias, cariño, por enseñarme tanto y por ser el príncipe de mis cuentos encantados, que ha podido cambiarme y transformarme en una mujer llena de amor.
La amistad es un enorme tesoro y yo tengo el más valioso y brillante de todos, pues conservo conmigo tu hermosa amistad.
No sabes lo mucho que agradezco el tenerte en mi vida y el poder compartir contigo cada día, pues todo es mucho más bonito y alegre cuanto estás tú presente; y es que tu sonrisa es como una gran luz que alumbra hasta los días más grises y hace que las tristezas se disipen para en su lugar dejar una gran felicidad.
Sin duda alguna, tu amistad es un tesoro que prometo cuidar por el resto de mi vida, pues sé que en ningún lugar encontraría a una amiga como tú.
Tantos años de sonrisas y lágrimas compartidas, tantos momentos dulces y amargos que hemos vivido y siempre nos hemos tenido la una a la otra para celebrar lo bueno y superar lo malo.
En fin, ha sido tanto lo que hemos pasado que ya no te siento como a una amiga, sino más bien como a una hermana, con quien puedo contar sin importar qué, y en quien puedo confiar aún con los ojos cerrados.
Porque hemos compartido durante tanto tiempo, que sería imposible no sentirte como parte de mi familia y darte, por supuesto, el cariño que mereces.
Te amo, amiga mía.
La vida nos unió porque sabía que entre nosotros algo maravilloso lograría florecer, y he aquí el milagro del destino, un gran amor que hasta aquí nos ha traído y que nos llevará aún mucho más allá de lo que ambos podemos imaginar.
Y es que tú y yo debíamos encontrarnos, pues no soy capaz de concebir mi vida si así no hubiese pasado, ya que no tendría a mi lado a la única mujer que realmente he amado y de quien estoy perdidamente enamorado.
Gracias al destino que hizo posible nuestro encuentro y entrelazó nuestros caminos, para que le diéramos al mundo un gran y valioso ejemplo de lo que es el verdadero amor.
Hoy quiero gritarle al mundo que soy el hombre más afortunado, pues tengo a mi lado a la mujer más hermosa y bondadosa que jamás hubiera imaginado.
Nunca pensé que alguien como yo pudiera merecer a alguien como tú, pues eres tanto y tan maravillosa, que he pensado muchas veces qué he hecho yo para tenerte.
Porque tú eres mi bendición y mi mayor fortuna, la única a quien amo y amaré siempre, y no sabes lo orgulloso que me siento cuando recuerdo que me he casado contigo, y cuando me dices que tú me amas tanto como yo a ti.
Te amo, mi vida.
Ahora que tienes estas preciosas cartas de amor, podrás dedicarle unas bellas palabras a ese ser especial para hacerle saber lo mucho que le amas.
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