Si quieres conocer un poco más sobre la vida, obra y los mejores poemas de Gabriela Mistral, la primera mujer iberoamericana en ganar el Nobel y exponente destacada de la literatura latinoamericana, estás en el lugar correcto.
Te hemos preparado una selección de sus mejores versos y frases, así como una pequeña biografía.
Imágenes con versos de Gabriela Mistral
Vídeos recitales de Gabriela Mistral
Vergüenza, Poema musicalizado (Gabriela Mistral)
Besos, el poema mas romantico de Gabriela Mistral
Biografía de Gabriela Mistral
Gabriela Mistral, cuyo verdadero nombre era Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga nació en la ciudad de Vicuña, Chile, un 7 de abril del año 1889, pero ¿Cuál es el origen de su pseudónimo?
Éste, nace de la obra de Frédéric Mistral y Gabriele D’Annunzio, y admiración de la poeta chilena por los trabajos de ambos autores, así que tomó el nombre de uno y el apellido de otro para construir su identidad artística.
Hija de Juan Jerónimo Godoy, un profesor universitario en Chile y de Petronila Alcayaga, especialista de modas. Tuvo también una hermana, quién era profesora, igual que su padre, su nombre era Emelina Molina Alcayaga y fue quién la influenció para dedicarse a la instrucción.
Mistral, comenzó a trabajar desde muy temprana edad; a los 15 años fue ayudante didáctica en la Escuela de Compañía Baja y luego de 6 años, cuando cumple los 21 (1910) obtiene el título como profesora en el prestigioso Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.
Más de su historia
Su padre la abandonó cuando ella solo tenía 3 años de edad, sin embargo, ella nunca tuvo rencor hacia él y se dice que gracias a unos versos que Gabriela encontró escritos por su padre, se despertó su pasión por la poesía.
No obstante, también se considera como gran influencia la muerte insospechada (suicidio) de su amado Romelio Ureta, quien era funcionario de ferrocarriles y con el cual sostuvo un romance de 3 años, desde 1906 hasta 1909.
Su obra literaria Sonetos de la muerte, tiene diversos versos que se relacionan con el suicidio de Ureta. Gracias a esta obra obtuvo el reconocimiento más alto en los Juegos Florales en 1914.
Para el año de 1922, Gabriela Mistral recorre México para continuar como profesora. Allí se dedica, gracias a una invitación del Ministro de Educación de México (Poeta, como ella) y se propone reformar el sistema educativo en el país, así como crear numerosas bibliotecas públicas y diferentes obras que fomentaban la lectura y el conocimiento.
Esto le hizo ganar aún más renombre en el medio artístico e intelectual, tanto de México, como de Chile.
Escribió muchas otras obras, algunas de gran importancia, como Lecturas para Mujeres. También llegó a desempeñarse como funcionaria consular en Portugal, España y otros países.
Dos años después de escribir Lecturas para Mujeres viaja a Estados Unidos y posteriormente a Europa para colaborar con la Sociedad de Naciones en calidad de intelectual y también llega a ser columnista, meses después, de un diario de alta importancia en Colombia, El Tiempo, de Bogotá.
Las obras más populares de Gabriela Mistral
Entre las obras más populares se pueden destacar: Desolación, en el año 1922. Lecturas para mujeres 1923. Ternura, Religiosas, Canciones de la Tierra y Rondas, en el año 1924 todas. Así como también Tala, en el año 1930.
Parte de sus obras fueron dedicadas a niños debido a su vocación de educadora, pero también dejó ver a través de otros textos su personalidad sincera, poderosa y conmovedora con versos profundamente íntimos. En estas obras fue notorio su pensamiento cercano a la espiritualidad y religión.
La ganadora de un premio Nobel
En 1951 la poetisa se convierte en la primera latinoamericana en Ganar un premio Nobel de Literatura, así mismo, fue vencedora del Premio Nacional de Literatura en Chile. Este hecho se concretó el 10 de diciembre de ese año, cuando le fue otorgado el premio de forma oficial.
Dos años después, en 1947 recibió el Doctorado Honoris Causa del Mills Collage of Oakland de la ciudad de California en los Estados Unidos y años más tarde, en 1951, recibe el premio nacional de Literatura de Chile.
Todos esos reconocimientos le valieron el honor de que su imagen apareciera en uno de los billetes de curso legal de la nación chile y proclamada embajadora de la literatura y poesía femenina, con un estilo que buscaba expresar, mediante su peculiar estilo, las inquietudes que causa la religión, las sensaciones del sufrimiento y otros temas profundos como la maternidad.
Gabriela Mistral, junto con Pablo Neruda, representan lo mejor de la literatura chilena, su cultura e idiosincrasia, habiendo puesto en un escalafón muy alto a esta nación.