Frases para perros

A lo largo de la historia, los perros han sido para el ser humano una de las mejores escuelas para fomentar la compasión, el afecto, la lealtad y el compañerismo.

Por esta razón hemos reunido en este artículo las mejores frases para perros que podrás dedicar o compartir en tus redes y perfiles. Si tienes perros, estas frases son para ti.

Frases para dedicar a tu perro

Los perros son los únicos que se alegran al vernos después de un minuto de ausencia. Esto habla mucho de nuestro propio sentido de la felicidad.

Gracias a mi perro entendí lo mucho que tenía que aprender antes de tener un hijo. Ha sido mi maestro y escuela sin saber hablar.

Un perro te puede mirar con ojos de miedo, tristeza, dolor o alegría. Todo depende de ti. Esa forma de mirar será siempre el espejo de tus acciones.

Hay quienes maltratan a los perros porque no se comportan como humanos. Esto habla mucho de nuestra insólita arrogancia.

Más que un amigo, mi perro es un compañero incondicional. Prefiero que así sea. Incluso a veces me gustaría tener más perros que amigos.

¿Puedes imaginar a este mundo sin perros? Definitivamente estaríamos más solos, mucho más atormentados, y probablemente presos por locos.

Es cierto: todo perro se parece a su dueño. Pero no de imagen sino de corazón. Tal como se encuentre tu perro, de la misma forma se encuentra tu corazón.

Si miras tu casa y encuentras soledad, rutina y desazón, búscate un perro primero en lugar de una persona. Te mostrará que eres el único responsable de tu propia desidia.

Hacía falta algo vivo en mi hogar que ladrara, moviera la cola, sacara la lengua y corriera tras la pelota. Era yo. La alegría opera misteriosamente en nuestras vidas.

Si castigas a un perro porque no actúa como tú, puedes trastornar su comportamiento a tal punto de convertirlo en algo peligrosamente humano.

Un perro no es un hombre. Es un perro. Comprende su vida perruna de la misma forma que él comprende nuestra asombrosa tendencia a olvidarnos de nuestra propia humanidad.

Algunos confunden la expresión «el mejor amigo del hombre» con «el mejor esclavo del hombre». Si eres de esas personas lo mejor es que no tengas perros ni amigos.

De la misma forma en que tratamos a un perro anciano, decimos a nuestros hijos cómo tratarnos cuando envejezcamos. La ley de causa y efecto se manifiesta hasta en las pequeñas cosas.

Frases bonitas para perros

Nos hemos convertido en los mejores amigos del perro. Al menos eso uno lo puede sentir a leguas. Hay que ser dignos de esa amistad.

Un perro puede lamer tu rostro sin pedirte nada a cambio. Incluso puede dar su vida por ti sin necesidad de recordártelo. Su silencio es la más pura expresión de la humildad.

Entre los niños y los perros existe un vínculo filial. Ambos saben que la inocencia es un valor que disminuye con los años. Por eso la disfrutan tanto.

¿Por qué el Dios de los hebreos quiso salvar a los animales y destruir a la humanidad? Mira los ojos de un perro y encontrarás en ellos la respuesta.

En el frío de la madrugada o bajo el sol más inclemente, los perros pueden ladrar para advertirnos de algún peligro. A veces ni siquiera los escuchamos. Dormimos tranquilamente.

Si los perros hablaran, seguramente nos dirían un par de cosas: que todo es más simple de lo que imaginamos y que una vida de perros en ocasiones suele ser menos complicada que una vida entre humanos.

Todos hablan de perros. ¿Y las perras? Deberíamos limpiar la reputación de quienes a la larga no tienen la culpa de nuestra infinita capacidad de juzgar.

Los perros tienen una visión limitada, pero se orientan mejor en la oscuridad. Tal vez por eso viven entre nosotros.

Los cachorros son como los niños: juegan con cualquier cosa y desordenan cualquier cosa. Tal vez por esto se la llevan tan bien. Su diversión vibra en una misma frecuencia.

Mucho se habla de los perros que rompen zapatos, ropa y alfombras. Es cierto. Son desastrosos. Pero jamás romperán tu corazón.

Los sonidos y olores de mi casa se han convertido en el idioma entre mi perro y yo. Esta forma de comunicarnos suele ser el radar en el que suelo ubicarme cuando estoy perdido.

Mensajes de amistad y perros

La mayor parte de las veces ponemos nombre a nuestros perros, y, ya que les ponemos un nombre, ¿por qué no dedicarles un mensaje de afecto? Para eso hemos preparado este apartado, ahora solo lee y disfruta.

La sensación que tengo cuando me siento a descansar bajo la sombra de un árbol, es la misma sensación de un perro que se echa a nuestro lado para ver pasar la vida.

La amistad de un perro es poco exigente, pero tiene el mismo nivel de responsabilidad que la amistad entre personas. Sobre todo, la lealtad.

Un perro jamás morderá la mano que le da de comer. Lo que nos hace pensar que el estómago de un perro es toda una lección de ética.

No es que uno saque a pasear al perro; es el perro el que lo saca a pasear a uno. El perro nos dice: «Sal de esa vida de humanos de vez en cuando y entra a la mía.»

Hemos sido tan tontos para asociar la adulación con un perro fiel. Esto es falso. La adulación es un vicio humano, en cambio un perro fiel es símbolo de amistad eterna.

Cuando tengas un cachorro, procura no sólo jugar con él. También debes dejarle claro quién es el líder de la manada. La devoción de ambos depende de esto.

Todo perro tiene su propia personalidad, así como todos tenemos la nuestra. Debemos respetar incluso el mal carácter o la euforia, el desenfado o el interés de nuestros amigos.

También aplica en los perros.

No estoy de acuerdo en amar más a los perros que a las personas. Los perros no se merecen tan semejante castigo. Se ama a un perro por lo que es, no por lo que se nos parece.

Un perro es un perro. No ridiculices su condición.

El mejor amigo del perro es el ser humano. Déjalo ser. Aprende que el amor es sobre todo libertad e instinto.

La amistad entre un perro y una persona tiene el tamaño del mutuo intercambio de afecto, diversión, confianza, y huesos.

Hay tantos perros en la calle sin familias, y tantas familias en las calles sin perros, que parece increíble no darse cuenta de los mucho que se necesitan.

La amistad de un perro llena la soledad de los hijos que crecieron y se fueron, los amantes que también se fueron, y aquellos que vienen en camino sin que uno los conozca.

Tenemos perros en la infancia, de adultos y tendremos perros en nuestra vejez. No importa la raza, siempre estarán allí.

Un perro sonríe con el rabo, acaricia con lamidos y suda por la lengua. Esto los hace únicos y maravillosamente locos.

La amistad con un perro no puede medirse entre dueño y mascota. Tenemos amigos y sin embargo no somos sus dueños.

¿Quieres saber si eres apto para tener un hijo? Busca una planta y trata de que no marchite. Luego busca un perro y trata también de que no marchite. Luego podrás hacerte cargo de un ser humano.

Si quieres a tu perro, edúcalo como un perro. No como un ser humano. Esta es la clave para una amistad duradera.

Cuando te sientas triste y agobiado, tu perro estará esperándote para decirte, entre otras cosas, que su vida no es inferior sino más simple.

Piensa en todos los niños que hay en el mundo sin hogar. Luego piensa en todos los perros que hay en el mundo sin amigos. Después piensa en todo el tiempo que has perdido para tratar de estar bien con ambos.

Frases dedicadas a perros fallecidos

Mi primera experiencia con la muerte fue precisamente cuando murió mi perro. Esto demuestra que la vida enseña a su manera lo que necesitamos aprender de corazón.

Cuando un perro muere, muere un amigo. El silencio y la ausencia son similares. Nos enseña que todos tenemos el mismo destino.

Al sepultar a mi perro, honré su memoria como si hubiera perdido a un familiar o ser muy querido. No dejó un vacío, por el contrario, ocupa mis recuerdos.

Los perros nacen, crecen, se reproducen y mueren. Es el ciclo de la vida y como todo, debemos dignificarlo.

Un perro puede morir de viejo, pero jamás por descuido. Sería como descuidar la mitad de tu corazón para que deje de latir.

Ponle flores a la tumba de tu perro. Incluso ponle fotos y sus juguetes favoritos. Hazlo sentir que incluso después de muerto su memoria tiene valor.

Cuando un perro muere nos enseña dos cosas: que los seres que amamos pueden morir, y que necesitamos ejercitar el corazón para superarlo.

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